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“La teoría y el movimiento feminista deben ir de la mano”

La trabajadora social mexicana, Julia Chávez, visitó la Escuela de Trabajo social, invitada por el proyecto ANILLO “Género, Biopolítica y Creación”. En su estadía contó su experiencia como directora del Centro de Estudios de la Mujer que cumplirá 30 años en la UNAM.

Con todo el bagaje que tiene en el campo de los estudios de género, la trabajadora social y doctora en Sociología

mexicana, Julia Chávez, advierte que aún queda mucho por hacer para lograr la anhelada igualdad entre hombres y mujeres y que esa batalla comenzó “hace solo un siglo”, lo que no se compara con la historia milenaria del patriarcado, que para ella ha sido siempre el “eje de la vida”.

Julia Chávez estuvo en la Escuela de Trabajo Social PUCV, invitada por el proyecto ANILLO “Género, Biopolítica y Creación” que dirige la doctora Leticia Arancibia, oportunidad en que compartió con los docentes de esta unidad académica y además realizó la clase magistral “Violencia de género y política pública en México” en el seminario “Violencia contra las mujeres: escenarios, actores y contextos”.

La académica lleva casi treinta años a la cabeza del Centro de Estudios de la Mujer (CEM) perteneciente a la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Se trata de una iniciativa pionera en la que “enseñamos a investigar con mirada feminista, de género. Esto nos ha permitido formar trabajadores y trabajadoras sociales que se van insertando en las diferentes instituciones que abordan estas problemáticas”, comenta Chávez.

A pesar de todo lo que la sociedad ha evolucionado, esta trabajadora social advierte que todavía se ve a la mujer como un objeto con el que se puede comerciar, como ocurre especialmente en la frontera de México con Estados Unidos, donde todavía hay mujeres desaparecidas: “Las puedes matar y no pasa nada porque es objeto. Y eso es algo muy fuerte, muy cargado de cuestiones ideológicas, de cuestiones de lenguaje, de expresiones, pero que es real”, destaca.

Julia Chávez reflexiona: “Sobre las muertes en Ciudad Juárez alguien dijo una vez, ‘es que son prostitutas’. Puede que lo sean, pero ¿por qué las matan? Son chicas que se fueron a trabajar a la frontera, regresan, traen dinero y las matan. Pueden ser jóvenes vestidas de manera llamativa, pero por qué las matan. La pregunta era ¿por qué no matan hombres? A lo mejor los hombres también traen dinero, son jóvenes y la explicación que damos las feministas es que a las mujeres nos ven como objetos o productos desechables; entonces es fácil matar a una mujer y tirarla, y no pasa nada”.

ACADEMIA Y TERRITORIO

Tanto el CEM que dirige Chávez, como el proyecto Anillo “Género, Biopolítica y Creación” buscan posicionar la teoría feminista en la academia, pero al mismo tiempo generar cambios en la comunidad a través de intervenciones sociales. Pero terminar con la violencia de género no es un desafío fácil. “La violencia de género no solo existe en las casas. La violencia de género es producto del sistema en que nos encontramos, en un sistema no solo político y social, sino que también cultural e ideológico. Un sistema donde el patriarcado es el eje de la vida; por lo tanto, los patriarcas, los hombres, son los que dirigen, los que organizan y los que históricamente lo han hecho así, dándonos a las mujeres un lugar muy secundario. Solo nos daban el lugar de la reproducción y del placer sexual”.

A pesar de los roles que se les imponen, las mujeres de todas maneras han podido ganar espacios. “Ya nosotras nos hemos ido colando para ser profesionales, trabajar e incorporarnos a actividades productivas; ha sido a nuestra cuenta y riesgo, porque el sistema no lo tiene así”, dice Julia Chávez. Por el contrario, se forma a las mujeres dentro de una ideología y una manera de pensar, “la que va a estar marcada por los grupos de poder; en un momento la iglesia, luego los políticos y en otros momentos los culturales, quienes van reproduciendo la idea de que las mujeres somos de segunda y debemos obediencia al hombre. Esto es por siglos y siglos”.

La académica mexicana señala que no siempre sería así. “Lógicamente llegamos a un momento en que las mujeres no aceptamos eso, lo rompemos, pero esto es de hace muy poquitito. Un poco más de un siglo. Hace un siglo que tenemos derecho a voto y que nos vemos como seres políticos, públicos, no solamente como seres privados y escondidos”.

No obstante, Julia Chávez cree que “en cada casa vamos a encontrar lo mismo que existía en la Edad Media. La mujer que reproduce todo el trabajo doméstico, que tiene hijos y que se mantiene supeditada al hombre que es el que sale a trabajar para obtener el dinero. Y eso pasa en todo el mundo. Las mujeres no hemos logrado salir de todo esto, lo hemos logrado algunas, pero no todas. El objetivo es que todas tengamos condiciones de vida diferentes, que no sean condiciones de vida ni esclavistas ni supeditadas a un hombre. Pero para eso hay que trabajar mucho, hay que cambiar sistemas, condiciones”.

¿Y cómo cambiar el sistema? Chávez responde: “Hoy existe un planteamiento académico que nos permite explicar la teoría feminista y que un movimiento político que nos permite amarrarlo. La teoría feminista nos da la explicación de qué pasa y cómo pasa y el movimiento feminista nos da los elementos para demandar condiciones de vida diferentes. Tanto la teoría como el movimiento tienen que seguir yendo de la mano, porque nos podemos perder. Nos podemos volver muy buenas teóricas sin tener los pies en la tierra o se pueden volver excelentes activistas sin comprender todo esto que estamos diciendo y pensar que el feminismo lo va a lograr todo de la noche a la mañana o que es solo escupir a los hombres a la cara. El feminismo es mucho más que eso”.

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