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Estudiantes de Trabajo Social apoyan crecimiento de centro cultural Valparaíso Profundo
Espacio se sumó a las instituciones de prácticas integradas que reciben a alumnos de pregrado. Se trata de una experiencia innovadora que amplía la mirada en torno a los campos de intervención.
Como una manera de abrir el campo de acción de los profesionales que egresan de la carrera de Trabajo Social de la PUCV, constantemente se están buscando nuevas instituciones donde realizar las prácticas integradas: una de ellas es Valparaíso Profundo, espacio cultural que desde el 2013 funciona en el cerro Concepción y que desarrolla actividades de teatro, música y arte; áreas que plantean un nuevo desafío para los egresados de nuestra Escuela.
Las prácticas integradas son una etapa fundamental en la formación de los trabajadores sociales de esta unidad académica; los estudiantes de tercero y cuarto durante un año se insertan en una organización específica con el fin de desarrollar una intervención social pertinente al problema o situación que se aborda.
Actualmente un equipo de cuatro alumnos, conformado por Paz Mancilla, Lucas Montecino, María Jesús Pizarro y Nashla Sáez, está inserto en Valparaíso Profundo y su principal objetivo es lograr que jóvenes entre 15 y 29 años conozcan este espacio, participen y desarrollen un sentido de pertenencia. “Somos un equipo de cuatro personas que vamos a realizar una intervención desplegada tanto fuera como adentro de la organización con la que intentaremos que los jóvenes puedan adherirse a la institución a través de las actividades que pensamos a hacer”, destacó Paz Mancilla.
Esta iniciativa quiere promover el intercambio cultural de los estudiantes de la carrera de Trabajo Social a través de una estrategia artística y patrimonial que se divide en tres líneas de trabajo: “El eco de la esencia del mundo” que llevará actividades de Valparaíso Profundo al espacio universitario; posteriormente se aplicará “El retorno del eco” que incluye una ruta patrimonial extraída de la actividad “Tres Ascensores” en la que estarán invitados los participantes de la instancia anterior y de manera simultánea grabarán contenido para la línea “El eco del eco” que difundirá el espacio y las actividades que se realizan en él.
Daniela Ramos Sarsoza, psicóloga y supervisora de prácticas en Valparaíso Profundo, destacó que “ha sido un desafío tanto para la institución como para la carrera poder insertarse en este tipo de dinámicas; como no contamos con un trabajador o trabajadora social, han sido los mismos practicantes quienes proponen desde sus saberes y conocimientos propuestas para poder insertarse en el espacio”.
La profesional señaló que la institución recibe practicantes de diferentes profesiones y distintas casas de estudio. “Trabajamos bajo una línea transdisciplinaria, como equipo, pero apuntando a que los estudiantes puedan cumplir sus objetivos académicos”, acotó.
PRÁCTICA INNOVADORA
Giannina Sáez, encargada de prácticas de la Escuela de Trabajo Social, comentó que el dispositivo cultural Valparaíso Profundo “nos otorga la oportunidad de desarrollar experiencias y prácticas innovadoras, donde las culturas y las artes se ponen a disposición para impulsar las transformaciones sociales propias de la intervención y del quehacer profesional del trabajo social”.
De esta manera, Giannina Sáez define este trabajo colaborativo como “una alianza estratégica para ampliar la mirada en torno a los campos de intervención, así como de las estrategias metodológicas, reconociendo como recurso significativo para estos procesos, la creatividad, la identidad y el patrimonio, entre otros aspectos que se promueven, como elementos centrales para nutrir tanto la formación profesional, como el ejercicio interventivo de nuestro oficio”.
