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Experto sugiere que violencia online contra niños puede ser considerada un problema de salud pública

Stuart Alardyce, director del Research and Lucy Faithfull Foundation Scotland, habló sobre los desafíos en la materia durante el Congreso Chileno Sobre Maltrato y Abuso Sexual Infantil, organizado por la Escuela de Trabajo Social PUCV.

Entre las distintas expresiones de violencia a las que se pueden enfrentar niños, niñas y adolescentes, una de las más complejas de pesquisar es la que se ejerce de manera virtual, especialmente a través de las distintas redes sociales que ellos utilizan en la actualidad. Pueden exponerse a abusos sexuales y bullying, lo que podría generar consecuencias en su salud mental a largo plazo.

Esta fue una de las problemáticas abordadas durante el 3er Congreso Chileno Sobre Maltrato y Abuso Sexual Infantil, organizado por la Escuela de Trabajo Social PUCV, en conjunto con la Escuela de Psicología de la Universidad de Valparaíso y la ONG Paicabí.

El director de Trabajo Social, Edgardo Toro, participó en la conferencia Realidades y desafíos de la violencia online y estrategias de acción, en la que también intervinieron los expertos internacionales Marcela Czarny, licenciada en Ciencias Pedagógicas y Máster en Tecnología Educativa y Stuart Allardyce, director del Research and Lucy Faithfull Foundation Scotland. Desde distintas perspectivas, los tres se refirieron a esta amenaza virtual, una realidad que se debe enfrentar.

Edgardo Toro advirtió que el acceso a la tecnología es un derecho de los niños, que está estipulado en el comentario 25 del Comité de los Derechos del Niño, pero es importante procurar que sus conexiones e interacciones en internet sean en un ambiente de “mucha protección y responsabilidad”. El académico destacó que, si bien la violencia online está instalada, la prevención y detección no es parte de los distintos programas de protección que actualmente atienden a niños que han sufrido maltrato y abuso.

Durante su exposición, el académico reflexionó: “¿Hay preguntas en los distintos programas sobre la vida cotidiana digital? ¿hay preguntas sobre victimización en contextos digitales? Lo que hemos descubierto, al menos en los programas de infancia en educación, eso no se considera, por lo tanto, no es un dato que aparezca y es necesario que esté en el diagnóstico”.

 

EN LA ESCUELA

El diagnóstico es importante para detectar este tipo de violencia, pero también lo es la prevención. Al respecto, Marcela Czarny, puso como ejemplo lo ocurrido en el colegio Saint George de Santiago, donde un grupo de alumnos fue expulsado por adulterar digitalmente fotografías de sus compañeras. Sobre este caso, la especialista se preguntó si era necesario llevarlo a la justicia y si no era mejor alternativa abordarlo al interior del establecimiento con la seriedad que se requiere, dejando en claro que la violencia, aunque sea en un ambiente virtual no deja de ser violencia y afecta al otro de igual manera. “La violencia online tiene mucho de viralización, de anonimato, de agresiones verbales mucho más agudas y de imágenes que no son las físicas, pero la esencia es la misma”.

En ese sentido, recalcó la necesidad de “educar en la cultura digital; por un lado, aprender a usar herramientas, los dispositivos y aplicaciones que van apareciendo y nosotros recomendamos a los padres meterse en los juegos y en las aplicaciones. También es necesario enseñarles a los niños a ser críticos respecto de las herramientas que se utilizan, que ellos puedan ver cuándo son positivas y cuándo no; cuándo generan malestar en los demás”.

PROBLEMA DE SALUD PÚBLICA

Por su parte, Stuart Allardyce, fue un poco más allá y afirmó que como son tantos los niños, niñas y adolescentes que sufren violencia digital, debería enfrentarse como una dificultad mayor. “Lo que sugeriría es pensar en esto como un problema de salud pública y es una crisis de salud pública. Si afecta a una enorme cantidad de personas y puede tener un impacto a lo largo de la vida, entonces estamos hablando de una pandemia”, sostuvo.

En ese sentido, recalcó la importancia de hacer lo correcto, al mismo tiempo de ir contra la corriente: “Debemos asegurarnos de que transmitimos el mensaje correcto a todos los padres, profesionales y a los miembros de comunidades sobre lo que pueden hacer si identifican algo que les preocupa, y también de que los trabajadores sociales y los psicólogos sepan qué pueden hacer cuando aún no se ha logrado la calma, pero hay situaciones en las familias en las que hay muchos riesgos y pocos factores de protección”.

 

 

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