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Investigación de tesistas de Trabajo Social derriba mitos en torno a la vejez

Estudiantes de la PUCV destacan que adultos mayores quieren seguir activos, viajar y ser escuchados. Además, tienen una visión de mundo mucho más abierta de lo que se cree.

Con una realidad que contrasta con el imaginario que hay en torno a la vejez se encontraron tres alumnos tesistas de la carrera de Trabajo Social de la PUCV, quienes están desarrollando la investigación “Vejeces en Chile: discursos y vivencias entre edadismo y diversidad de personas mayores dentro de la Región de Valparaíso” que busca conocer cómo viven actualmente las personas mayores y de qué manera enfrentan los desafíos que impone una sociedad neoliberal que muchas veces los margina solo por la edad.

Carlos Vergara, Noelia Barraza y Consuelo González trabajaron con adultos mayores autovalentes, de hasta 90 años, que asisten a los Centros de Salud Familiar (Cesfam) de Quebrada Verde y Barón. Por medio de talleres pudieron conocer sobre sus anhelos e inquietudes. “Hay mucha teoría al respecto de la vejez y cómo eso les perjudica su vida, pero queríamos escuchar sus propias voces”, destacó Consuelo González.

Los participantes de estas reuniones -en su mayoría mujeres- sintieron la confianza de hablar sobre sus vidas y destacaron, contrario a lo que usualmente se piensa, que ven con optimismo su futuro y que todavía les queda mucho camino por recorrer.

Al respecto, Noelia Barraza comentó que “está muy latente en el imaginario que al cumplir sesenta años se acaban tus proyectos de vida. Nos dimos cuenta que eso no es así, que todos tienen una proyección a futuro. Muchos relevan que en la adultez mayor se abre una oportunidad de quietud, de introspección; recién se dan cuenta de cuáles son sus hobbies, de que tienen tiempo para ellos porque en la vorágine del trabajo y el cuidado de la familia no se lo dieron. Hay que tener en cuenta que el futuro se está alargando para todos”.

Entre las mujeres que participaron en los talleres hay varias jubiladas y otras que se declararon dueñas de casa. Todas tienen energía para rato y por eso son emprendedoras, tienen planeado viajar y se preocupan mucho de su aspecto. “Muchas mujeres van en contra de la mirada hegemónica que establece que una persona mayor se debe ver y vestir de cierta forma. Pero ellas dicen que no, que una persona mayor también puede usar colores y ropa juvenil”, manifestó Consuelo González.

Al respecto, Carlos Vergara comentó que “eso desmitifica la idea de que las personas mayores no tienen condiciones de salud óptimas, que están enfermas, postradas o no escuchan. Todo eso son mitos que circulan, los Cesfam trabajan para que las personas mayores mantengan sus condiciones de salud y las mismas personas están interesadas en ser sanas”.

 

LA IMPORTANCIA DE LOS CESFAM

El antropólogo de la Escuela de Trabajo Social, Clément Colin, es el profesor guía de estos alumnos y destaca que Chile es un país que está envejeciendo cada vez más, a lo que se suma una baja tasa de natalidad por lo que abordar la realidad de los adultos mayores es cada vez más importante.

Si bien Colin advierte que en nuestro país existe una idea hegemónica de la salud y que la vejez es sinónimo de problemas médicos, los estudiantes tesistas mencionan la gran importancia que tienen los Cesfam para las personas mayores, ya que no solo asisten a sus controles, sino que también comparten con sus pares, generan lazos e incluso forman organizaciones como “Manos verdes”, cuyos integrantes participaron en el estudio.

“Es interesante y necesario trabajar sobre la vejez de forma general. Ahora es un eje prioritario de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID) que financia las investigaciones académicas. En Chile hay que deconstruir las representaciones, imaginarios que se han ido construyendo en la sociedad. Finalmente, vejez es sinónimo de fin de la vida, es sinónimo de problemas de salud, de problemas económicos, de aburrimiento”, reflexionó Clément Colin.

Pero los adultos mayores que participaron en este estudio demuestran todo lo contrario. Consuelo González advierte que “en su relato, las personas mayores dan cuenta de un constante aprendizaje, está la imagen de que son tercos o tienen una manera especial de ver la vida porque crecieron en otra época, pero en realidad cuando hablan de los jóvenes, destacan lo diversos que son, lo mucho que les gusta que sean más abiertos y cómo lo contrastan con la realidad que vivieron. En las conversaciones surgió naturalmente la situación de las personas trans, y hablaron siempre desde el respeto, de cómo ellos muchas veces le han cerrado las puertas a esas personas, pero reconocen que no deben hacerlo”.

Carlos Vergara relató que en un momento del taller pusieron la canción “Todo cambia” de Mercedes Sosa y “la recibieron muy bien, pudieron hacer un análisis de los cambios que se han dado en sus vidas, en la generación y en la sociedad. Ellos se dan cuenta que hay cambios que deben aprender, desafíos; no es una época de la vida donde está todo petrificado”.

Respecto al envejecimiento en nuestro país, Clément Colin hizo hincapié en los cambios que la sociedad en su conjunto -no solo el Estado- debe realizar para enfrentar de mejor manera esta realidad. “No existe economía de la entretención vinculada con la adultez mayor, por otro lado, muchos de los proyectos que se realizan hoy en las universidades vinculados a la vejez tienen que ver con memorias, relatos del pasado, como si las personas adultas mayores no tuvieran perspectivas de futuro, no hay proyecciones de su pensamiento. Creo que es relevante no solo pensar sus vivencias desde el pasado, sino también sobre cómo se proyectan. En ese sentido esta tesis es un granito de arena en este desafío enorme”.

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